Por supuesto, partamos de la base de que no hablamos de juventud imperecedera. Dejemos eso para las películas de vampiros, con las que tanto nos hemos recreado en la fantasía, casi fetiche, de alcanzar no sólo la vida eterna sino de vivirla perpetuamente con la plenitud propia de una juventud en su clímax más absoluto.
No obstante, siendo totalmente realistas, las distintas pruebas realizadas con agua hidrogenada tanto en animales como en pacientes con diversas patologías, están demostrando su efectividad en prácticamente todos los órganos del cuerpo y la capacidad intrínseca del hidrógeno como agente anti-oxidante. Y es que no en vano, el hidrógeno forma parte de nosotros desde los orígenes de la vida en nuestro planeta. Es una molécula esencial para la misma y su poder anti-oxidante es del todo conocida por cualquier médico o científico.
LO QUE DICE LA CIENCIA SOBRE EL AGUA HIDROGENADA
Recordemos lo que es en esencia el agua hidrogenada: Simplemente agua con un extra de moléculas de gas de hidrógeno. Estas moléculas, las más pequeñas que existen, son capaces de penetrar en todos los tejidos del cuerpo, incluso atravesando las células.
A pesar de que todavía circulan algunas opiniones contrarias y cierta controversia respecto a los beneficios del agua hidrogenada, la Ciencia se está pronunciando cada día más sobre sus propiedades terapéuticas. Quizás el hecho de que hablemos de un proceso tan simple – un mero aumento de moléculas de hidrógeno añadidas en el agua – puede llevar a pensar que algo así no surta un efecto destacable en nuestro organismo.
Hablamos de un un gas que durante mucho tiempo se ha creído inerte y no funcional en las células de los mamíferos. Pero al someterlo a activos altamente oxidantes como al radical hidróxilo y al peroxinitrito en el interior de las células, la reacción del H2 ha sido más que evidente.
Lo cierto es que aunque la aplicación terapéutica del hidrógeno molecular está aún en una fase relativamente temprana, ya se han realizado estudios sobre los efectos del consumo regular de agua hidrogenada en deportistas así como en personas con diversas patologías.
En la última década, tanto animales como pacientes humanos han sido objeto de más de 300 estudios en los que se ha observado cómo el hidrógeno mejoraba su condición, beneficiando prácticamente a todo el organismo.
Pero a pesar de que hace décadas que el agua hidrogenada es sujeto de estudios científicos en Japón, lugar en el que emerge su consumo como hábito dietético y de bienestar, será en 2007 cuando comience a expandirse su popularidad. En ese año se publica en la revista Nature Medicine, una entrevista con el Dr. Shigeo Ohta, en la que habla sobre sus investigaciones con el agua hidrogenada.
HIDRÓGENO Y EL «MILAGRO» DE LA VIDA
Precediendo al doctor Ohta, el también nipón, cirujano cardiovascular y director del Instituto del Agua en su país, el Dr. Hidemitsu Hayashi, ha investigado ya profundamente sobre el agua hidrogenada desde el año 1985. Entre otros aspectos, ha destacado sus efectos beneficiosos en el sistema digestivo y el metabolismo. Bien es sabido que enseguida percibimos cambios en nuestro metabolismo al adoptar cambios significativos en nuestra dieta. Y la calidad y composición del agua que bebemos, también se manifiesta en nuestro proceso digestivo.
Lo que hizo este doctor, fue someter a varias personas a una prueba que consistía en beber agua hidrogenada durante dos semanas. Sus heces fueron notablemente distintas a las que producían al beber agua del grifo, pobre en hidrógeno. La consistencia, color y olor de estas heces diferían mucho de las obtenidas antes de la prueba. Un olor menos desagradable, una consistencia más blanda y un color marrón más claro fueron el resultado de la ingesta de agua hidrogenada. Y si dicen que los ojos son el espejo del alma…Lejos de sonar ridículo, nuestra caca es también una prueba nada despreciable sobre nuestro estado de salud.
Y como estos doctores japoneses son tan curiosos, todavía hubo un tercero, el Dr. George Tseng, que analizó hace décadas el agua de varios manantiales «milagrosos»: Comenzó yendo al pueblo alemán de Nordenau, donde varias personas que padecían diabetes, tumores, gastritis y enteritis, habían mejorado considerablemente al beber agua de manantial.
A continuación y después de haber leído la noticia en la revista Newsweek sobre una niña que se había curado «milagrosamente» de un cáncer al beber el agua «bendita» del manantial de Lourdes, se desplazó a la localidad francesa para analizar el agua de la famosa cueva.
Como era de esperar, en esa época personas tanto creyentes como no creyentes, visitaron el santuario en masa con la esperanza de curar sus dolencias. Y aunque no todos se curaron, unos 66 pacientes con cáncer y problemas oculares, sí lograron curarse por completo. Otros dos manantiales estudiados fueron el de Tlacote en México y el Nadana en India. Lo que pudo colcluirse es que todas estas aguas eran ricas en hidrógeno y esto parecía eliminar eficazmente las ROS – Especies de Oxígeno Reactivo – o lo que es lo mismo: Las moléculas de oxígeno que desencadenan la oxidación de las células.
Todavía hay mucho que investigar y más pruebas deben realizarse sobre las muchas aplicaciones que el agua hidrogenada puede tener sobre nuestro organismo y lo más importante, cómo puede ayudar aliviar o incluso contribuir a la prevención de muchas enfermedades. Entre tanto, más y más personas, no sólo en Japón, están adoptando el agua hidrogenada en sus hogares como parte de su dieta. Todos, incluidos los deportistas, están aprovechando los poderes anti-oxidantes y anti-inflamatorios del agua hidrogenada. Mejorando el rendimiento físico y la recuperación, quizás sea momento de ir dejando de lado las bebidas energéticas y pasarse al agua hidrogenada.
Más allá de una moda o tendencia más, el agua hidrogenada parece haber llegado a nuestras vidas para quedarse y mejorarla. ¿Por qué no brindar con ella por una vida más saludable y longeva?