Agua lo más pura posible. Esto es una obviedad presente seguramente en la mente de cualquiera. Lo que todos queremos tanto para nosotros mismos como para nuestras familias. Durante décadas, hemos bebido el agua disponible en nuestros hogares sin cuetionarla lo más mínimo. Era potable y punto.
Podría tener mejor o peor sabor, pero la bebíamos. Y nuestras madres siempre han cocinado con ella. Y si tenía un poco de cloro, esperabas un par de minutitos, y la bebías con la seguridad de que todo lo malo se había evaporado. Sí, y en verano guardábamos una jarra con agua del grifo en la nevera, para beberla bien fresquita. Después de todo, tampoco estaba tan mal y toda la gente la bebía habitualmente. Así eran las cosas antes de la década de los 90.
A partir de entonces, si bien damos por hecho que las plantas depuradoras municipales y los procesos químicos han debido avanzar con cada década, también ha crecido al mismo tiempo la población y por tanto los niveles de contaminación. Un círculo vicioso, la pescadilla que se muerde la cola… Usemos la metáfora que más nos agrade; el problema así como el deseo de erradicarlo siempre concluyen en la misma reflexión:
«TODOS DEBERÍAMOS TENER GARANTIZADO EL DERECHO UNIVERSAL AL ACCESO A UN AGUA MUCHO MÁS LIMPIA Y PURA QUE PRESERVE NUESTRA SALUD Y CALIDAD DE VIDA.»
Desafortunadamente, el agua disponible en nuestros hogares dista mucho de ser un agua salubre. «Potable», sí. Pero, ¿dónde está el límite de lo verdaderamente permisible cuando hablamos de tóxicos que entran en contacto con todo nuestro organismo? Nos hablan de la seguridad del agua del grifo, de lo buenos que son los sistemas en nuestro país, casi como un asunto de auténtico orgullo nacional.
El caso es que cada día más personas deciden instalar un sistema de filtración y purificador de agua en sus hogares. Gracias a estos sistemas de fácil instalación, obtienen las ventajas para su salud que un agua no purificada -depurada no es lo mismo- no puede ofrecerles. Muchas son las razones por las que el agua filtrada es mejor para tu salud y la de los tuyos. A continuación, tienes 20 poderosas razones para tomar agua filtrada:
1. El sistema de filtración elimina impurezas y sustancias químicas tales como: Cloro, subproductos desinfectantes.
2. Se reduce el nivel de cal. La cal es un residuo provocado por el carbonato de calcio. Se acumula en la superfície del agua que cocemos al cocinar. Con el agua filtrada, bebes y cocinas sin dosis de cal.
3. También elimina metales pesados como el mercurio, el plomo y el arsénico. La presencia de estos metales es la que provoca un agua que conocemos como dura.
4. El filtro retiene no obstante, minerales beneficiosos para tu salud como el magnesio, el fluoruro, el calcio o el zinc.
5. Se reduce el riesgo de ciertos tipos de cáncer provocados por el cloro, especialmente el de colon, vejiga y recto.
6. El filtro también es capaz de eliminar bacterias y microorganismos como E-Coli, muchas veces causantes de varios malestares físicos.
7. El agua filtrada tiene un mejor olor y sabor. El efecto es mucho más satisfactorio cuando ingieres un agua que sabe y huele mejor. Esto se consigue en cuanto se eliminan los contaminantes anteriormente mencionados. Los minerales son los que dejan ese regustillo agradable en el paladar.
8. Dado su sabor, incrementará tus ganas de beber agua. Si beber con la frecuencia que tu organismo requiere es tu asignatura pendiente, el agua filtrada puede darte el aprobado!
9. Los niños también beben con más facilidad un agua que sabe mejor. Esto les habitúa a mantener la hidratación frecuente – 1.5-2 lts/día – que sus cuerpos necesitarán toda su vida
10. Un agua más limpia es la que hidrata tu organismo, desde la piel a cualquier organo o sistema interno. El agua no sólo hidrata tu cuerpo sino que cumple una función depurativa. Si esta agua no está libre de impurezas y contaminantes, difícilmente podrá considerarse depurativa. El agua filtrada mejora sin duda los niveles de hidratación.
11. El agua filtrada es por su contenido puro en minerales, una gran aliada para tu sistema digestivo, ayudando a digerir la fibra soluble. También reduce la acidez estomacal (reflujo ácido)
12. También es buena para la salud bucal, protegiendo dientes y encías.
13. La piel luce más sana al hidratarse con un agua más mineralizada y reducir las toxinas en tu circulación sanguínea.
14. El cloro es un poderoso desinfectante, pero también reseca la piel y el cabello. Esto lo experimentamos especialmente al bañarnos en las piscinas durante el verano. Lavarse la cara y enjuagarse el cabello con agua filtrada es algo que puede formar parte de tu tratamiento de belleza. Así que, ¿por qué no usar el agua filtrada también externamente?
15. Durante el embarazo, nada mejor que beber agua filtrada. El bebé se forma a partir de todo lo que ingiere su madre, y siempre será mejor que la placenta, como sistema de filtración en sí mismo, proporcione agua pura al bebé. Nacerá con un organismo más limpio y sano.
16. Si además de un filtro, el sistema de purificación incluye un generador de hidrógeno, las propiedades antioxidantes se multiplican considerablemente.
17. El agua filtrada da un mejor sabor a tu café, té o batidos. Y por supuesto, cualquier plato que cocines con agua filtrada también dará otra dimensión a su sabor.
18. Los sistemas de filtración son fáciles de instalar y manejar, con un bajo mantenimiento y duraderos.
19. Beber agua filtrada es más económico que consumirla embotellada. De hecho, el agua embotellada es 30 veces más cara que la que puede proporcionar tu sistema de purificación. A medio plazo, habrás rentabilizado ya la instalación de un sistema de filtración, lo cual es siempre agradecido por tu bolsillo.
20. Además, eliminando las botellas de plástico de tus hábitos de consumo, contribuyes a un medio ambiente más sano.
Como ves, son muchas las razones reales por las que tomar agua filtrada. El agua filtrada ofrece demasiados beneficios para tu salud como para no considerarla. Podemos afirmar, sin ninguna duda, que el agua filtrada es hoy día la mejor opción disponible de agua realmente potable.