Los 4 elementos que representan la naturaleza son el agua, tierra, fuego y aire. Sin embargo, este último, pasa más desapercibido. La interacción del viento con la biodiversidad del planeta es fundamental. Por ello, en 2007, la Asociación Europea de Energía Eólica quiso ponerlo en valor promoviendo que cada 15 de junio fuese el #DíaMundialdelViento .
Durante la jornada, más de 75 países y organizaciones hacen balance del sector eólico y transmiten los múltiples beneficios que aporta el viento. Su gran fuerte es ser una gran fuente de energía renovable y es inagotable.
La Asociación Mundial de la Energía Eólica (WWEA) representa al sector de la energía eólica en todo el mundo, con más de 100 países afiliados. Algunos países como Estados Unidos, Alemania o España apuestan por esta energía y esperan acelerar la transición energética. En España, el 46,7% de la energía generada en 2021 fue de origen renovable, según datos de Red Eléctrica de España.
El principal medio para la obtención de la energía eólica son los aerogeneradores. Estos contienen unas turbinas que son accionadas por el viento. Algunos de los principales beneficios son:
- Su bajo coste de generación.
- Contribuye a reducir el cambio climático.
- Es indispensable para dar continuidad al ciclo hidrológico.
- Vital para la polinización de las especies vegetales.
- Es clave para la navegación marítima.
Sin embargo, la dimensión de los aerogeneradores puede afectar al vuelo de las aves. En muchas ocasiones son incapaces de esquivar las aspas a tiempo. Además, es una energía que debe consumirse de manera inmediata puesto que no es almacenable.
España busca avanzar y tiene varios proyectos relacionados con energías renovables. Uno de ellos es acometido por Repsol, una de las empresas mas comprometidas con las energías verdes y que busca lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.
La necesidad de proteger nuestro planeta es vital. Por eso mismo, a la industria de las energías renovables le augura un futuro prometedor.