Todos hemos sentido alguna vez la sensación de llegar a la montaña y respirar profundamente. Respirar aire puro mientras contemplamos impresionantes paisajes es uno de los mayores placeres de la vida. ¡Que sensación tan liberadora y relajante! Y no es para menos porque nuestra vida se nutre de aire para vivir. Este aire es la gasolina que alimenta nuestro motor y permite que funcionen los pulmones y el resto de los órganos.
Sin embargo, la verdadera gasolina que estamos respirando es la de la contaminación atmosférica. Este problema mundial está teniendo graves repercusiones, ya que la mala calidad del aire afecta a nuestra salud. Como consecuencia, el 14 de noviembre se celebra el Día Mundial del Aire Puro, fecha estrechamente relacionada con el Día Mundial de la Calidad del Aire Interior.
La baja calidad del aire esta dentro del contexto del desarrollo sostenible para todos los países, sobre todo en grandes ciudades y zonas urbanas en desarrollo, donde los niveles de contaminación superan los límites establecidos. Tanto es así que el 75% de los europeos vivimos en ciudades en las que la calidad del aire no siempre es satisfactoria.
Asimismo, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible obliga a reducir la contaminación atmosférica, ya que considera que es vital para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Sin embargo, uno de los errores más comunes es pensar que la contaminación está en el exterior. El aire de los hogares y de los lugares de trabajo también contiene agentes contaminantes que pueden resultar dañinos para la salud. Por eso, es importante cuidar del aire que respiras. Los purificadores de aire ayudan a eliminar partículas de polvo, ácaros, virus y muchos más agentes perjudiciales. Como consecuencia, nuestro producto estrella para el tratamiento de la calidad del aire es AireO2.
Empieza a respirar el aire puro que te mereces.
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