Beber agua con regularidad es algo necesario que debemos hacer durante todo el año, todos los días de nuestra vida. Pero en verano, cuando el calor aprieta, el agua apetece aún más. Sudamos más y por tanto, también perdemos más líquidos y con ellos, sales minerales importantes para nuestro organismo. Otros factores como el tipo de ropa que llevemos, la práctica deportiva, la temperatura y humedad ambiental también pueden influir en el nivel de deshidratación. Entonces… ¿Cómo mantener una buena hidratación en verano?
La deshidratación puede causar fatiga, mareos, somnolencia, náuseas…
Mantener una buena hidratación en verano pero también el resto del año y durante toda nuestra vida, es clave en el funcionamiento correcto de todos nuestros órganos. El agua es para nuestro cuerpo algo así como el aceite que necesita cualquier engranaje. Un cuerpo poco o mal hidratado, puede desencadenar múltiples problemas de salud.
Algunos se manifestarán en breve y otros irán afectandonos según vaya empeorando la situación. A medio o largo plazo, articulaciones, tejido muscular, piel, cabello…Todo irá mostrando esa falta de riego vital. Tendrás el cabello y la piel más secos, falta de elasticidad en tu musculatura, dolores de diversa intensidad o fatiga generalizada hasta llegar incluso a trastornos del sueño. Así mantener una buena hidratación es del todo primordial si queremos tener unos niveles de salud óptimos. Generalmente entre 1.5 y 2 litros suele ser lo que ingiere un adulto, pero también hay gente que bebe hasta 3. Si estás en la playa bajo el sol o practicando deporte, el cuerpo te pida probablemente más que de costumbre.
Un menú equilibrado garantiza entre un 20-30% de agua a tu organismo
Tampoco debes olvidar cómo los hábitos alimenticios también juegan un papel importante a la hora de mantener una buena hidratación. Con un menú equilibrado, garantizas entre un 20-30% de agua a tu organismo, contenido en los propios alimentos. Así que si eres de esas personas a las que le cuesta beber lo necesario cuando no toca y no cuando tu cuerpo está ya seco como una pasa, toma nota de estos sencillos consejos que te ayudarán a mantener esa buena y esencial hidratación que necesitas muy especialmente en verano:
- Ten siempre a mano una botella de agua. Ya sea durante el trabajo, cuando paseas o haces cualquier actividad durante tus vacaciones. Consejo ecológico extra: Mejor si es una botella reutilizable, para reducir la polución plástica.
- Añade sabor a tu agua: Si te cuesta mantener el hábito, agregar unas gotitas de limón u otras frutas exprimidas pueden hacer que beber agua sea más sabroso. O tal vez quieras consumir de tanto en tanto alguna bebida isotónica rica en minerales, calcio, magnesio y vitaminas.
- Infusiones y Té: Prepara deliciosas infusiones o té y ten siempre una buena jarra en la nevera. Pero recuerda no tomar demasiado té por la noche, o no poco tiempo antes de irte a dormir pues podría retrasar el sueño. Si eres más de café, bien frío o con hielo también puede gustarte pero igual que con el té, no abuses de él a última hora del día!
- No esperes a tener sed: Cuando el cuerpo te indica que está sediento, ya es un síntoma de deshidratación. Dale agua en varios momentos del día y no sólo cuando tengas ya la boca seca.
- Si te cuesta beber con frecuencia: Márcate un horario y reparte tu ingesta de agua. De este modo te aseguras de haber consumido el mínimo necesario. Una buena idea es programar la alarma en tu móvil a distintas horas a lo largo del día como recordatorio. También existen geniales aplicaciones como “Recuerda beber Agua” (Android) o “Mi Agua” (iPhone) que monitoriza tu consumo.
Repón el líquido perdido
- Repón el líquido perdido: Si practicas deporte, vas a necesitar reponer líquidos. Observa el tono de tu orina. Si es oscuro, tu sistema renal está pidiendo agua a gritos. Recuerda también que el agua depura además de hidratar.
- Consume frutas y verduras con regularidad: Nunca comerás demasiadas. Las frutas y verduras son siempre sanas y contienen un alto contenido de agua. Aprovecha el momento para comer frutas de temporada como sandía o melón, auténticos reyes del verano. Y dale “caña” a la licuadora y preparar zumos frutales y batidos verdes como si no hubiese un mañana. También puedes preparar “polos” caseros de frutas e incluso algunas verduras u hortalizas.
- Que en tu menú abunde la ensalada: Deliciosa y nutritiva, sienta bien a cualquier hora pero muy especialmente por la noche, cuando no conviene acostarse con la barriga hinchada. La lechuga contiene gran cantidad de agua (hasta un 95%) y el tomate es también otra bomba vitamínica e hidratante (93% de agua).
- Come platos con arroz: Además de una gran fuente de carbohidratos que te aportará mucha energía, el arroz, por su capacidad de absorber el agua, es un cereal muy recomendable y versátil. Además de la popular paella, hay cientos de maneras de cocinarlo!
- Evita o reduce el consumo de alcohol: Si no lo bebes, tu cuerpo no se está perdiendo nada pero si no puedes pasar sin un tinto de verano, un mojito o una cervecita fresca, no abuses. En su justa medida, no hay problema – entendemos tus debilidades – pero en exceso, es diurético y por tanto deshidrata.
Como ves, es sólo cuestión de habituarse un poquito. Mantener una cierta disciplina es importante y del mismo modo que te impones realizar ejercicio físico, seguir un tratamiento de belleza u obtener ciertas dosis de ocio o cultura, beber agua debe estar en el primer puesto de tu lista de actividades diarias. Sólo al mantener una buena hidratación te sentirás bien y con la buena forma física y mental que necesitas para afrontar el día a día.