Alrededor de 10 millones de españoles sufren dermatitis atópica. Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), este trastorno tiene una prevalencia de entre el 5 y el 20% de las personas en España. Un dato curioso es que alrededor de ese 5% afecta a gente adulta, mientras que en los bebes llega a alcanzar el 15%.
Los principales síntomas de la dermatitis atópica son el picor, la sequedad y la irritación en la piel. Este problema muchas veces deriva por los inconvenientes que genera el agua con cal en nuestros hogares. Sin embargo, no todo el mundo conoce la importancia de utilizar agua descalcificada para las pieles más sensibles.
Los dermatólogos siempre recuerdan la estrecha relación que existe entre el agua con cal y determinadas enfermedades de la piel. El agua dura incrementa las irritaciones y las heridas provocadas por el picor. Además, la cal forma manchas blancas en fregaderos, grifos, azulejos e incluso en la vajilla. De hecho, el agua dura es la responsable de que la ropa y las toallas no queden suaves cuando las lavamos.
Con todo esto, la instalación de un descalcificador es una buena opción para eliminar la cal y el magnesio del agua. Es decir, esta máquina nos ayudará a la eliminación de la dureza del agua y proporcionará un mayor confort en la piel. Algunas de las ventajas de su uso son las siguientes:
- Recupera las propiedades originales del agua.
- Aportan un ahorro de energía y un mayor rendimiento de los electrodomésticos.
- Previene la sequedad de la piel y mantiene el pelo más brillante.
- Facilita el mantenimiento de la limpieza del hogar gracias a la reducción de jabones.
- Proporciona un mejor sabor y genera un agua más saludable.
- Mayor protección en las tuberías.
Incorporar un descalcificador supone un acierto seguro para mejorar el bienestar en el hogar.